La cafeína es un estimulante encontrado de forma natural en alimentos como el té, el café y las plantas de cacao, que actúa sobre el sistema nervioso central y el cerebro, favoreciendo el estado de alerta y previniendo la aparición de la fatiga. La cafeína es uno de los ingredientes más utilizados y consumidos en el mundo a través de café, té, refrescos, bebidas energizantes o chocolate [1].
La cafeína se absorbe rápidamente en los humanos; alrededor del 99 % de la cafeína que se ingiere de los alimentos y bebidas se absorbe en el tracto gastrointestinal en aproximadamente 45 minutos. Posteriormente pasa al torrente sanguíneo para metabolizarse en el hígado. El efecto principal de la cafeína es en el cerebro, donde bloquea los efectos de la adenosina, la cual es un modulador que tienen un efecto inhibidor sobre la actividad neuronal [2].
Los niveles de adenosina se incrementan gradualmente durante el día, incrementando la sensación de fatiga. La cafeína ayuda a mantener el estado de alerta al conectar a los receptores de adenosina en el cerebro sin activarlos. Esto bloquea los efectos de la adenosina, reduciendo el cansancio [3].